Una catástrofe evitada a tiempo
El pasado 13 de Agosto saltaron las alarmas en todo el territorio nacional debido a un incendio provocado en el servicio de Urgencias del Hospital Universitario de La Candelaria, en la maravillosa isla de Tenerife.
¿Cómo se explica esto? Al parecer, una señora de 51 años no entendía muy bien que significa el triaje de urgencias. Harta de esperar el ser atendida, decidió prenderle fuego a una bombona de oxígeno dentro del servicio de Urgencias del anteriormente mencionado hospital.
Fue un episodio con un gran impacto en la comunidad sanitaria, el cual provocó gran conmoción. No hubo heridos, pero todos sabemos que podría haberse convertido en una gran masacre.
Afortunadamente, los profesionales del centro hospitalario, junto a los bomberos y Cruz Roja, consiguieron evacuar a todos los pacientes y atenderlos en las proximidades en un hospital de campaña provisional que se montó para hacer frente a la tragedia.
Es por ello que el artículo de hoy va dedicado a todos aquellos profesionales que hicieron un trabajo heroico esa noche. Desde El Descomunal queremos agradecerles su labor y explicarles a nuestros lectores de forma sencilla y amena, en que consiste el triaje.
Así que comencemos:
¿Qué es el Triaje?
El Triaje o triage no es más que una clasificación de los pacientes/usuarios que acuden a un servicio de urgencias. Indica qué pacientes hay que atender primero según unos criterios que indican mayor o menor gravedad.
Esta es la razón por la que si por puertas de Urgencias nos entra un SAMUR con un accidente de tráfico será atendido con prioridad. Por lo tanto, si al lado tenemos una señora con dolor de espalda desde hace un tiempo, pero ella ha decidido como mejor momento acudir a nuestro hospital a las 3 de la mañana; lógicamente vamos a atender al accidente de tráfico puesto que tiene un riesgo vital. Además, probablemente, la señora del dolor de espalda, puede esperar un par de horas más.
Parece bastante lógico, pero lamentablemente no siempre la lógica impera entre nosotros. Cada vez más podemos ver cómo hay pacientes que acuden al hospital por temas que podrían ser tratados en su médico de cabecera. Esto no es lo más grave. Sin embargo, la actitud de muchos ante las esperas lo es, lo cual se convierte en algo que denota bastante poca humanidad frente a los pacientes que tienen su vida en riesgo.
¿Cómo funciona esa clasificación?
Como una imagen vale más que mil palabras, vamos a explicar la clasificación ayudada de ejemplos para que sea más fácil de entender.
Color ROJO: ¿Qué situaciones requieren actuación inmediata?
El mejor ejemplo que podemos dar es el del accidente de tráfico o un infarto. Esas dos situaciones, aunque existen muchas más, requieren que les atendamos lo más rápido posible, puesto que son situaciones de extrema gravedad.
Color NARANJA: Aquí podríamos colocar el conocido como “Código Ictus”
Un paciente con este patología necesita una atención lo más rápida posible pero sí que tendríamos un margen de 30 minutos para hacerle frente.
Porque, aunque suene un poco tétrico, el triaje clasifica según la gravedad, por ello, una persona que no respira es un claro código ROJO, porque hay que actuar ya o se muere. Sin embargo, si respira y está consciente, puede esperar un poco y dejar, así, un corto período de tiempo a los profesionales para que se preparen a hacer frente a la situación.
Color AMARILLO
Podría ser un dolor muy agudo, cómo un Cólico renal, que mucha gente asimila ese dolor al de un parto. Pero, a pesar que sea un dolor insoportable, no te vas a morir por tenerlo, por lo que tardarán un poco más de tiempo en atenderte si tuvieran otros casos más graves por delante.
Hasta aquí el triaje convencional, ahora bien, debido a que mucha gente hace un uso irresponsable del sistema nacional de salud, se añadieron dos clasificaciones más.
Una gran parte de la población, colapsa los servicios de urgencias con casos que podrían resolverse fácilmente por su médico de cabecera en su centro de salud, en el centro de especialidades o en las consultas externas de los especialistas.
Es por ello que situaciones como el dolor lumbar de la señora del ejemplo que habíamos dicho anteriormente, aunque ella entre en cólera, deberá esperar entre 2 y 4 horas en ser atendida. Si ha tenido dolor tanto tiempo, no es agudo y tampoco es un riesgo vital.
Desde el punto de vista de los profesionales sabemos que no siempre es una clasificación fácil de entender cuando se está tantas horas en la sala de espera, pero cuando estés en esa situación, piensa que están haciendo todo lo posible para salvarle la vida a otras personas. Además, siéntete aliviado que si no estás dentro, significa que no estás tan grave y tu vida, o la de tus allegados, no corre ningún peligro.
¡Ayuda a crear conciencia social y a evitar que se haga un mal uso de los servicios de urgencias!