Como cada 31 de Mayo se celebra el día mundial sin tabaco. En esta ocasión va dedicado a la relación entre el tabaquismo y las enfermedades cardiovasculares.

 

La adicción al tabaco es la primera causa de muerte evitable en el mundo industrializado y se relaciona con 25 enfermedades distintas. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaquismo mata a más de 7 millones de personas al año, de las cuales más de 6 millones son consumidores directos y alrededor de 890000 son no fumadores expuestos al humo ajeno. El humo del tabaco contiene más de 250 sustancias nocivas y al menos 50 son cancerígenas.

En España la edad de inicio en el consumo de tabaco se sitúa en 13,9 años. El 25% de los españoles fuma diariamente. De ellos, el 30% son hombres y el 20% son mujeres.

¿Qué enfermedades se relacionan con el tabaquismo?

El tabaquismo causa más muertes al año que el SIDA, los accidentes de tráfico, el alcohol y otras drogas ilegales, juntos. En los países industrializados es la primera causa aislada de mortalidad, morbilidad y discapacidad prematura y evitable.

Parafraseando el lema de la campaña de la OMS de este año, el tabaco “rompe el corazón”, y no se refiere al mal de amores, sino a la enfermedad coronaria. Esta última, junto con el cáncer de pulmón, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y la enfermedad cerebrovascular son las cuatro causas más frecuentes de muerte relacionadas con el tabaco. Los fumadores presentan además más peligro de desarrollar cáncer de vejiga, boca, esófago, páncreas, cuello uterino… entre otros. También ocasiona complicaciones en las embarazadas y en los recién nacidos. Se asocia además a envejecimiento precoz de la piel e impotencia sexual.

Vídeo: Sanitaria de Carolina del Norte compartió este vídeo en Facebook que se hizo viral en las últimas semanas con millones de reproducciones. Evidencia la pérdida de elasticidad del pulmón del fumador, con un empeoramiento de la función respiratoria en comparación con el pulmón sano de un no fumador.

¿No fumas? También los fumadores pasivos sufren las consecuencias del tabaco. Eres fumador pasivo si convives con un fumador activo, ya que recibes la corriente secundaria del humo del tabaco ajeno. Están sometidos a un ambiente contaminado por un humo rico en carcinógenos. Consecuentemente, los fumadores pasivos presentan un riesgo de sufrir cáncer de un 20 a un 50% mayor que las personas que viven libres de humo. Así mismo aumenta el riesgo de padecer enfermedad coronaria.

¿Desde cuándo se conocen sus efectos nocivos?

En los años 20 aparecieron algunos artículos médicos en Alemania, pero  tuvieron escasa repercusión. Posteriormente, se estima que desde 1960 la industria tabacalera estadounidense encabezada por la compañía Philip Morris conocía los efectos negativos para la salud del tabaco. Sin embargo, no fue hasta el año 2000 cuando Philip Morris reconoció la relación de la nicotina, el alquitrán, el amoníaco y de otros productos con las patologías descritas en el apartado anterior. Fue empujada por las numerosas denuncias de los afectados, fumadores que habían desarrollado graves enfermedades respiratorias, cardíacas y oncológicas, entre otras.

A través de una agresiva publicidad, dirigida a los jóvenes especialmente, la industria tabacalera consiguió manipular a numerosas – y desinformadas – generaciones promoviendo el consumo de tabaco de forma masiva. En la última mitad del siglo XX el tabaquismo se convirtió en una epidemia que se tradujo en enfermedad y en muerte, mucha muerte.


¿Qué beneficios tiene dejar de fumar?

Dejar de fumar sólo tiene cosas buenas. Más con el paso del tiempo.

  • A los 20 minutos de dejar de fumar descienden el ritmo cardiaco y la tensión arterial.
  • Tras las 12 horas siguientes, el nivel de monóxido de carbono en sangre disminuye hasta valores normales.
  • Después de 3 meses, mejoran la circulación sanguínea y la función pulmonar.
  • A partir de 1 a 9 meses, disminuyen la tos y la dificultad para respirar.
  • En 1 año, el riesgo de enfermedad coronaria es un 50% inferior al de un fumador.
  • En 5 años, el riesgo de accidente cerebrovascular corresponde al de un no fumador.
  • A los 10 años, el riesgo de cáncer de pulmón disminuye hasta el de un fumador activo. Disminuye también el riesgo de cáncer de boca, de garganta, de esófago, de vejiga y de páncreas.
  • En 15 años, el riesgo de enfermedad coronaria es igual al de un no fumador.

 

¿Qué se está haciendo para combatir el tabaquismo?

Desde la OMS se impulsan medidas estatales para disminuir el consumo de tabaco. De hecho, se ha demostrado que las políticas antitabaco son más eficaces que las estrategias a nivel individual. Incluso más que la farmacoterapia.

  • Vigilar el consumo de tabaco y las medidas de prevención.
  • Proteger a la población del humo de tabaco, restringiendo los espacios donde se permita fumar.
  • Ofrecer asistencia a las personas que deseen dejar de fumar.
  • Advertir de los peligros del tabaco.
  • Hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio.
  • Aumentar los impuestos al tabaco.

Sin embargo, la medida antitabaco más efectiva es la decisión personal de cada uno de nosotros. ¿Fumar o no fumar?, ¿alargar o acortar tu vida?, ¿mejorar o empeorar tu calidad de vida?, ¿aumentar o disminuir tus ahorros?, ¿enriquecer a la industria tabacalera o no?, ¿perjudicar a los no fumadores que te rodean o no hacerlo?, En definitiva… tú, ¿te fumas la vida?