¿Por qué unos casos graves llaman más la atención que otros? No sabemos la respuesta pero lo que está fuera de duda es el llamativo caso de Cristina Cifuentes.
Tuvo un ascenso meteórico: desde la vicepresidencia primera de la asamblea de Madrid, a delegada del Gobierno en Madrid hasta la presidencia de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, todo lo que sube, baja como habrá probado en sus carnes la misma Cristina Cifuentes.
La verdad, son sorprendentes las acciones que realizan los políticos. Todo empezó por incorporar en su currículum un máster en la URJC que no era capital para su vida política. Como consecuencia, diario.es (un diario nacional) lanzó serias dudas sobre la legalidad del máster de Cifuentes. Desde entonces, toda España estuvo en vilo durante un mes sobre el ‘culebrón’ de Cifuentes.
¿Es el fin de Cristina Cifuentes?
El desenlace ocurrió rápidamente en una mañana. Okdiario, otro periódico digital, desveló el último clavo del ataúd político de Cifuentes. Sacó un video donde se veía a la expresidenta madrileña robando dos botes de crema en un supermercado. La presión social y política fue tan elevada que no aguantó más y dimitió.
El final de la expresidenta de la Comunidad de Madrid se podría calificar de patético, incluso a algunos podría darles pena. Por supuesto, cuando salió el tema del máster debería haber dimitido ipso facto. Sin embargo, la codicia, seguramente, hizo que no se marchara cuando tuvo la oportunidad para “irse con dignidad”.
Ya dimitió como presidenta del PP de Madrid y de la Comunidad, ¿por qué no dejó el acta de diputada en el momento? Pues se hizo esperar, pero al final Cifuentes cumplió con el guión previsto. No sabemos si conseguirá levantar su carrera en algún momento pero ante la opinión pública ha muerto su credibilidad.
Aquí sale una pregunta, ¿por qué cuando unos políticos hacen mal, a otros no se los juzgan? ¿Qué hacemos con todos aquellos políticos que han mentido en su curriculum vitae? También recordamos el acto protagonizado por Cañamero contra un supermercado y su recompensa fue ser diputado en el Congreso de los Diputados por Podemos. Sea como fuere, no nos merecemos políticos de cualquier color con un actitud que poco se puede calificar de bajeza moral.