Las denuncias falsas son una excusa muy recurrente cuando se habla de violencia de género

En estos tiempos que vivimos es costumbre escuchar la excusa de las denuncias falsas por parte de muchas personas, alegando que existen mujeres que finjen ser víctimas de violencia de género.

Datos reales

Pues bien, se trata de un mito. Según datos de la Fiscalía General del Estado, con datos referidos al intervalo 2009-2016, solamente el 0,01% de las denuncias por violencia de género recibidas resultaron ser falsas.

Lo que quiere decir que muchas personas, especialmente hombres, se escudan en el hecho de que existen algunas denuncias falsas para tratar de restar importancia a la violencia de género.

Por tanto, es preciso atender a las mujeres que presentan denuncias por violencia de género, ya que lo más normal es que se trata de reales perjuicios para su persona. En cambio, los casos en los que una mujer finja por hacer daño a su pareja son ínfimos en comparación.

Conclusiones

En primer lugar, que existe un problema real: la violencia de género. Hay que hacer todo lo posible por perseguir a los culpables de esta lacra y proteger a las mujeres, que son las verdaderas víctimas.

En segundo lugar, hay que mencionar a aquel porcentaje de mujeres que deciden denunciar hechos falsos. No sólo perjudican a las mujeres que realmente padecen este problema, sino que además dan la razón a aquellos que se escudan en las denuncias falsas. Eso sí, insistiendo en que se trata de casos minoritarios.

En tercer lugar, que no se puede perpretar la idea de las denuncias falsas. No valen excusas. Son casos ínfimos y el problema existe. Los hombres que se escudan en dicho mito no hacen más que favorecer a los maltratadores.

Y en cuarto lugar, que estos datos aportados y el pensamiento de gran parte de la sociedad, invitan a pensar que es preciso un cambio de mentalidad. Tanto desde el nivel educativo como moral, es necesario que desaparezcan estas falsas excusas y mitos que no hacen sino perjudicar a las verdaderas víctimas de la violencia de género: las mujeres.

Por tanto…

No cabe finalizar la exposición, sino con un llamamiento al respeto y a la educación. Nadie es más que nadie. Por ser hombre no te mereces más que nadie. Y lo que es más importante de todo: no se puede maltratar, ni física ni psicológicamente, a una mujer.  Pero ni a una mujer ni a ningún otro ser humano.

Mientras haya personas que tengan esta mentalidad retrógrada y violenta no podremos avanzar hacia un mundo mejor.