Ediciones Gigamesh nos trae la reedición de Las estrellas, mi destino de Alfred Bester. Una novela referente para la ciencia ficción del siglo XX.
Todos los hombres están locos, pero siempre lo han estado. La vida es una locura. Esa es su grandeza y su esperanza.
Gully Foyle sabe que morirá pronto. Se encuentra solo dentro de los restos de su nave, la Nómada, flotando en el espacio. De pronto, otra nave aparece cerca de su posición. Al colocarse a su lado puede leer claramente su nombre y número de registro: Vorga-T:1339. “Cariño, ángel mío, llévame a casa” – dice Foyle para sí. Pero la nave pasa de largo y desaparece en la negrura del espacio, enterrando para siempre sus esperanzas de vivir.
Así arranca la historia de venganza y autodestrucción de Gully Foyle, el protagonista de Las estrellas, mi destino. La segunda novela del periodista y escritor Alfred Bester fue publicada en el año 1956 y es considerada un hito de la ciencia ficción, siendo precursora para muchos del estilo cyberpunk.
¿Cómo cambiaría el teletransporte al planeta Tierra?
La historia de sitúa en el siglo XXV. La teleportación es un medio de transporte rutinario. La creciente guerra comercial entre los Planetas Interiores (Marte, Venus y la Tierra) y los Satélites Exteriores (lunas de Júpiter y Saturno), amenaza con convertirse en guerra real.
Apoyándose en tal punto de partida, el autor no para de lanzar ideas geniales que a veces sólo se esbozan, lamentando el lector que no tengan mayor desarrollo. Valgan como ejemplo los cristianos de sótano, relegados a reuniones clandestinas en un futuro en que las religiones están prohibidas. O el pueblo científico, hombres descendientes de una nave estrellada en un meteorito y que vivieron dos siglos aislado del mundo.
Personajes sin gancho en un universo apasionante
La narración falla sin embargo en un punto: los personajes. Su construcción es un poco caótica y más de una vez uno se pregunta el porqué de ciertas acciones o reacciones. Resulta muy difícil identificarse con ninguno de ellos, aunque creo que la novela es hija de un tiempo en que los temas, las reflexiones y la creación de un universo primaban sobre la construcción dedicada de personajes. Algo a lo que nos han acostumbrado hoy en día las series de televisión.
Todos los personajes maquinan y usan al resto como títeres para sus fines. Lo cual no es necesariamente malo – podríamos haber tenido una batalla de egos al más puro estilo de Holmes y Moriarty – pero esto no ocurre debido a la poca economía de personajes. Resulta lioso (sobre todo al principio), y su desarrollo es muy desigual.
Una novela muy bien escrita y preñada de ideas interesantes
Bester tiene una prosa muy elaborada, por momentos recargada, pero que en general triunfa en la descripción de los ambientes y la acción. También resulta experimental por momentos, a propósito del teletransporte y sobre todo en el momento de sinestesia hacia el final del libro (dejo que el lector lo descubra por sí mismo).
En resumen, una novela con algunos problemas, pero muy recomendable si te gusta la ciencia ficción y te apetece leer algo un poco desafiante, repleto de ideas geniales que influyeron en múltiples obras posteriores.