Ghost Story cartel

Una fábula sobre la soledad y el paso del tiempo que rompe moldes y no deja indiferente a nadie.

Cuenta David Lowery, director de ‘A Ghost Story’, que cuando le propuso a Cassey Affleck rodar una película en la que se pasaría la mayor parte del tiempo bajo una sábana blanca de cama, él le contestó con un escueto “Sure!” (¡Claro!).

Así de arriesgada es la propuesta del director estadounidense. Cassey Affleck y Rooney Mara interpretan a una pareja que vive en una casa de los suburbios. Al poco de empezar la cinta, el primero muere en un accidente de tráfico. Pero su espíritu regresa con sábana y agujeros para los ojos.

No es el remake de Casper. Tampoco es una comedia. No es un homenaje al cine de terror clásico. Honestamente, no sabríamos calificarlo dentro de un género cinematográfico. A Ghost Story es una película única, experimental, hipnótica. Habla del paso del tiempo, de la soledad, de la pérdida y hasta del fin del mundo.

Para Lowery el fantasma es el ser más triste, una sombra de la persona que fue. Apenas recuerda, apenas siente, y casi no puede interactuar con el exterior. Es un testigo silencioso del paso del tiempo. Un ser que contempla un mundo que ya no entiende, que necesita hacer algo que ya no recuerda.

Para Lowery el fantasma es un testigo silencioso del paso del tiempo

Lo increíble es que todos esos matices los transmite una sábana con ojos en una película con muy poco diálogo. En efecto, la narración parece avanzar a través de la iluminación y la música, llevando a nuestro fantasma-emoji a momentos tristes, crípticos, terroríficos y emocionantes.

El director te introduce en la película a través de planos largos y silencios. Quiere que tú seas el propio fantasma, que compartas su experiencia. Y como él, poco a poco eres menos consciente del paso del tiempo. El montaje se va acelerando, desubicando más al espectador… Hasta el punto en que olvidas el punto de partida y no vislumbras cuál será el final de la historia.

En conclusión, A Ghost Story es una película rara, desafiante y absolutamente recomendable. ¿Cansado del cine de siempre? Vea esta pequeña joya: pronto será una película de culto.