Primera retrospectiva de la artista surrealista Dorothea Tanning en el Museo Reina Sofía de Madrid, hasta el 7 de enero de 2019.
El Museo Reina Sofía de Madrid presenta la exposición de Dorothea Tanning Detrás de la puerta, invisible, otra puerta, comisariada por Alyce Mahon. La muestra cuenta con más de 150 obras de la artista, creadas entre 1930 y 1997, muchas de ellas nunca antes vistas por el público. La exposición se podrá ver hasta el 7 de enero de 2019, después viajará a la Tate Modern de Londres, del 26 de febrero al 9 de junio.
Tanning nació en 1910 en Galesburg, Illinois, en el seno de una familia de emigrantes suecos. Estudió Bellas Artes en el Art Institute of Chicago y en 1935 se trasladó a Nueva York, donde empezaría a trabajar como ilustradora. Será en 1936 cuando visite la exposición surrealista Arte Fantástico: Dada y el Surrealismo en el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York con obras de Duchamp, Ernst o Joseph Cornell. Esta visita marcaría profundamente su obra posterior, además, del viaje que realiza a Francia en 1939.
En los años siguientes, su obra reflejará todo un mundo imaginario e íntimo. En sus creaciones nos invita a navegar entre lo conocido y desconocido. Su obra es muy prolífica, variopinta y con gran evolución, podemos descubrirla entre pinturas, diseños, esculturas blandas y creaciones literarias. Tanning muere en 2012 en Nueva York a la edad de 101 años, acababa de publicar su segunda colección de poemas, Coming to That.

Detrás de la puerta, invisible, otra puerta
El Museo Reina Sofía rescata el legado de Dorothea Tanning bajo el nombre Detrás de la puerta, invisible, otra puerta. Bajo esta imagen de la puerta abierta, muy utilizada por Tanning en sus obras, gira la idea de la exposición. Esta está dividida en ocho secciones temáticas, por las cuales se recorre toda la trayectoria de las artista.
En la primera sala se pueden ver sus autorretratos con gran detalle, después sus obras sobre su relación y colaboraciones con Max Ernst. Trató también el motivo de la femme-enfant, o la niña-mujer, en escenarios oníricos en los que se ve una sexualidad incipiente. También trató las relaciones familiares y una visión de la maternidad poco convencional, como en Maternity.

En la sala Vidas de tango se empiezan a ver obras con trazos más fluidos, con diseños de trajes y escenografías para los ballets del coreógrafo ruso George Balanchine. Se reúnen varias de sus esculturas blandas con figuras retorcidas y en su instalación Hôtel du Pavot, Chambre 202 crea un espacio siniestro con figuras antropomórficas.
La última sección reúne varios de los temas anteriores, pero con un estilo más libre pasando por cuadros más clásicos a otros más abstractos. En Mujer artista, posando desnuda (1985-87) se puede ver ese cambio de estilo, en el que aparece una mujer desnuda y desafiante.
Mujeres artistas
Dorothea Tanning es todo un referente para el surrealismo, con influencia en la cultura y en el arte contemporáneo. Sin embargo, su figura se ha visto eclipsada por la de su marido Max Ernst, con quien se casó en 1946. Se conocieron en 1942 en una visita que realizó al estudio de Tanning. Ernst buscaba obras para la exposición de Peggy Guggenheim, su esposa en aquel momento. En ese momento se quedó impactado al ver Birthday, un autorretrato de la artista vestida con un traje ‘shakespeariano’ en una habitación llena de puertas abiertas.

En 1943 participa en la exposición de Peggy Guggenheim Exhibition by 31 Women con sus obras Birthday y Children´s Game. Compartió espacio con obras de otras artistas vanguardistas como Leonara Carrington, Leonor Fini, Frida Kahlo o Meret Oppenheim. Una exposición que pone en valor el trabajo de las mujeres artistas, silenciadas y escondidas por la historia del arte. Una realidad que aún en nuestros días sigue sucediendo, con una presencia femenina inferior a la de los hombres en el mundo del arte.
Cada vez más se trata de eliminar la desigualdad de trato de la mujer en el arte. El Museo Nacional del Prado de Madrid en el año 2016 dedicó por primera vez una exposición a una mujer pintora, Clara Peeters. El próximo año, con su exposición Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana. Dos modelos de mujeres artistas, el museo revaloriza el trabajo de ambas y reúne en un mismos lugar 60 de sus obras.
En los años setenta, Dorothea Tanning empieza a ser más crítica con la expresión mujeres artistas. Para ella, debería dar igual ser hombre, mujer (o lo que sea) en relación a ser artista, así lo expresa en una entrevista:
No existe nada (ni nadie) que se pueda definirse así. Es una contradicción tan evidente como “hombre artista” o “elefante artista”. Puedes ser mujer y ser artista; pero lo primero no lo puedes evitar y lo segundo es lo que eres en realidad.