Tras seis meses lesionado el tenista serbio vuelve con fuerza para asaltar de nuevo el número uno
Seis largos meses han pasado desde que Novak Djokovic disputara su último partido oficial. Lo hizo en el torneo de Wimbledon en cuartos, donde se vio las caras con el checo Thomas Berdych. El ex-número 1 tuvo que retirarse en ese mismo encuentro por unas molestias en su codo derecho y que le han tenido apartado de las pistas hasta ahora.
Seis meses de calvarios, frustración e impotencia han hecho valorar todavía más la ausencia de ‘Nole’ a los amantes del tenis. Pero ya nada de eso importa, el serbio está de vuelta y toca disfrutar de nuevo de su extraordinaria calidad como tenista .
El pasado miércoles 10 de enero, Djokovic volvió por fin a escena, demostrando que no ha bajado ni un ápice su nivel. En el Clásico de Kooyong, se impuso al austriaco Dominic Thiem en dos sets (6-1 y 6-4). Era un primer ‘ensayo’ importante, ya que el de Belgrado se enfrentaba al número 5 del ranking ATP. Además, el austriaco había demostrado un muy buen papel en el transcurso de la temporada 2017.
Sin embargo, el serbio es conocido por no dejarse amedrentar en situaciones de presión. Haber ganado 12 Grand Slams, desde luego, no es ninguna casualidad. Por ello, durante todo el partido se mostró firme en su juego, dominador, ágil y sin dar ninguna muestra de debilidad, como si no hubiera pasado seis meses en el dique seco.
Al término del encuentro, Djokovic se mostraba feliz y muy seguro en sus posibilidades de regresar a su mejor versión: “Todavía confío en que puedo ganar a cualquiera” apuntaba. La primera prueba de fuego para el de Belgrado será el primer Grand Slam del año: el Abierto de Australia (10-28 de enero).
No será fácil, puesto que Roger Federer, Rafa Nadal o Grigor Dimitrov son solo algunos de los nombres propios del torneo a los que, seguramente, el serbio tendrá que plantar cara. Pero si ‘Djoker’ está al 100%, seguro que dará guerra en Melbourne y durante el resto del año. ¡Qué bueno que volviste ‘Nole’!