El futbolista portugués Rubén Semedo ingresa de forma preventiva en la cárcel de Picassent
Cuando en el mes de julio se oficializaba el traspaso de Rubén Semedo al Villarreal, procedente del Sporting de Lisboa —por una cantidad aproximada de 15 millones de euros—, pocos podían suponer lo que iba a ocurrir con el defensa portugués.
Semedo ha pasado de protagonista en los terrenos de juego a especialista en escándalos extradeportivos, pero éste último le puede salir bien caro, siendo ingresado de forma preventiva en la prisión de Picassent.
Tras ser acusado de encañonar con una pistola a un trabajador de una discoteca en Valencia, ha sido ahora detenido con los siguientes acusaciones: homicidio en grado de tentativa, lesiones, amenazas, detención ilegal y robo con violencia. Todo un repertorio de acusaciones nada ordinarias en el mundo del deporte, a raíz de una supuesta deuda de 5000€.
Ante estos acontencimientos, su representante considera que Semedo fue víctima de una estafa financiera, ante la cual no tuvo una buena reacción.
Infancia convulsa
En el contexto de una familia humilde de Lisboa, fue la madre de Semedo la que se encargó de sacar adelante a su familia, después de que el padre de Rubén ingresara en prisión cuando éste tenía 5 años.
Por lo tanto, acceder a la Academia del Sporting de Lisboa hizo a Semedo alejarse de ese mundo convulso y labrarse con esfuerzo y trabajo una vida en el mundo del fútbol, aunque parece que las malas compañías nunca dejaron de estar cerca.
Futuro prometedor
Tras dos cesiones en el Reus y en el Vitoria Setúbal, donde consiguió alejarse en cierto modo de las malas influencias que le rodeaban; regresó al Sporting con todo el futuro en sus manos. Además, fue internacional sub-21 con Portugal y su fichaje por el Villarreal parecía dirigirle hacia el Mundial de Rusia, pero nada más lejos de la realidad.
Lesiones y desvaríos
Su trayectoria afectada por las lesiones le dejó sin llegar a entrar del todo en la dinámica del club. Dos lesiones musculares hicieron que Semedo estuviera más pendiente de la fiesta y los líos que del fútbol. Esta actitud, es la que ha acabado derivando en su inminente ingreso en prisión preventiva, comunicada y sin fianza. Además de estando en busca y captura otras dos personas más por los hechos de los que se le acusa, entre ellos su primo.
Problema en la defensa “amarilla”
El Villarreal se encuentra ahora con la imposibilidad de fichar un nuevo defensa central, ya que el ingreso en prisión no se encuentra como causa justificativa para ‘reabrir’ el mercado de fichajes.
Además, es que no se ha producido el pago de ninguna cláusula de rescisión ni una lesión de larga duración; sino que se trata del encarcelamiento de un futbolista, algo totalmente atípico en el deporte y que impide el fichaje de un nuevo jugador según la normativa vigente.
Por el momento, el Villarreal ha tomado la decisión de suspender de empleo y sueldo al jugador, hasta que se resuelva el expediente disciplinario en curso.
Y lo que intentará el club castellonense es conseguir la procedencia del despido, una vez quede resuelto el expediente disciplinario mencionado, para librarse de pagar la indemnización correspondiente, debido a que la mancha en el club ha sido muy grande con este caso. Para conseguirlo, es la imposibilidad de poder cumplir con su trabajo la vía que tiene que alegar el club, al margen de posibles cláusulas específicas que figuren en el contrato.
Sea como fuere, todo apunta a que el fútbol se ha perdido un gran futbolista, que es más que probable que se pase unos cuantos años entre rejas, más que en los terrenos de juego.